"Lamine Yamal tiene 17 años y ya ganó la Euro" "Endrick con 18 ya fichó con el Madrid, y yo aun no soy ni Profesional"
Es fácil caer en esta trampa de compararnos con los demás: tus compañeros de equipo, rivales, o incluso las estrellas que ves en televisión.
A mi me pasaba muy a menudo, me encontraba comparándome y envidiando logros de otros, preguntándome "porque yo no estoy ahí?" "Porque no tengo esa vida?"
Tu quizás también te has encontrado pensando que si tuvieras la técnica de ese jugador, la velocidad de otro, o la vida de ese futbolista famoso, estarías más satisfecho y serías más feliz con tu vida personal y profesional.
Pero, estas comparaciones no son nada saludables para tu rendimiento y tu bienestar mental.
No solo dañan tu confianza y reducen tu motivación para seguir mejorando, sino que también desvían tu atención de tus propios logros y retos superados, quitándote el crédito de tu esfuerzo, ademas de generar un ciclo de desmotivación y frustración.
El acto de compararnos en el fútbol crea una competencia interna que no siempre es saludable. Al comparar nuestros logros o posición actual con las de otros, comenzamos a evaluar nuestras capacidades en términos de éxito o fracaso, suficiente o insuficiente.
Esta mentalidad nos puede llevar a sentirnos extremadamente insatisfechos, sin importar cuánto mejoremos o cuántos éxitos logremos.
En un deporte que requiere tanta mentalidad como técnica, estas emociones pueden afectar significativamente el rendimiento en el campo.
Pero detente un momento y cambia la perspectiva.
La comparación suele basarse en una visión incompleta y distorsionada de la realidad.
Cada persona tiene su propio camino, con desafíos únicos y contextos diferentes que no siempre son visibles desde fuera.
En lugar de centrarnos en lo que nos falta, tenemos que enfocarnos en lo que hemos logrado hasta ahora y en lo que podemos mejorar en nuestro propio camino.
Esta perspectiva no solo es más justa contigo mismo, sino que también te permite apreciar tu progreso y mantenerte motivado.
Para evitar los efectos negativos de la comparación, es fundamental que aprendamos a enfocarnos en nuestros propios logros y progreso personal.
En lugar de mirar a los demás como “estándares inalcanzables” debemos reconocer y celebrar nuestras propias victorias, sin importar cuán pequeñas sean.
Este cambio de perspectiva nos permite mantener la motivación y mejorar nuestro rendimiento de manera constante.
Hice una lista de 4 pasos importantes para que superes la comparación con otros:
Tienes que definir objetivos que se basen en tus propias habilidades, intereses y áreas de mejora, sin compararte con otros. Asegúrate de que estas metas sean específicas, realistas y enfocadas en tu desarrollo personal. Esto te ayudará a mantenerte enfocado en tu propio camino y progreso.
Las redes sociales suelen mostrar una versión idealizada de la vida de otros, lo cual puede desencadenar comparaciones innecesarias. Reduce el tiempo que pasas en estas plataformas y sigue cuentas que te inspiren y motiven sin hacerte sentir menos.
Dedica tiempo cada día para reflexionar sobre tus logros y las cosas positivas en tu vida. Llevar un diario de gratitud o simplemente hacer una lista mental de tus éxitos puede ayudarte a apreciar tu propio camino y a reducir la necesidad de compararte con los demás.
Reconoce y celebra tus propios logros, sin importar cuán pequeños sean. Establece un sistema de recompensas personales para mantenerte motivado y enfocado en tu progreso. Celebrar tus victorias refuerza la idea de que tu crecimiento y esfuerzo son valiosos por sí mismos.
Al centrarte en tus propios logros y evitar las comparaciones, ganas una gran ventaja: la capacidad de crecer sin las distracciones de la competencia innecesaria.
Cada persona tiene fortalezas únicas y áreas de mejora, y reconocerlas es clave para maximizar tu potencial.
Cuando dejas de lado la comparación, comienzas a jugar con una mentalidad más libre, menos presionada por lo que hacen otros y más enfocada en tu progreso continuo.
Esto no solo te hace un mejor jugador, sino también una persona más satisfecha con sus propios logros.
Adoptar esta mentalidad te ayudará a disfrutar más de tu viaje en el fútbol y a construir una carrera basada en tu verdadero potencial, sin las distracciones y el desgaste emocional que conlleva compararte con los demás. Recuerda, el verdadero juego está en mejorar tú mismo cada día, no en tratar de ser alguien más. Sientete orgulloso de ti mismo ¡Disfruta del proceso y juega para ganar tu propio campeonato!