3 Cosas para apoyar efectivamente a tu hijo futbolista
Ser padre de un joven futbolista puede ser un reto emocionante, pero también está lleno de dudas.
“¿Lo estaré apoyando de la mejor manera?” “¿Lo estaré presionando demasiado o no lo suficiente?”
Aunque es natural querer lo mejor para él, a veces las acciones que tomamos con la intención de ayudar pueden terminar afectando su progreso y su amor por el juego.
Por eso, es crucial entender y aprender cómo brindarle el apoyo adecuado sin interferir en su desarrollo ni en su disfrute.
Aquí te comparto tres cosas clave que debes saber para apoyar correctamente tu hijo en su camino como futbolista.
1. Ya tiene su entrenador: Evita darle indicaciones técnicas mientras juega
Imagina que estás en un partido y desde la tribuna escuchas a varios padres gritándole a sus hijos qué hacer en el campo.
¿Qué sientes? Muchos de esos padres creen que están ayudando, pero la realidad es que están generando confusión. ¿A quién debe escuchar el niño en ese momento: a su padre o a su entrenador?
Cuando le das indicaciones técnicas desde la tribuna, creas una distracción que le genera presión innecesaria. No solo puede perder concentración, sino que también puede cuestionarse sobre qué debe hacer, lo que afecta su rendimiento.
El entrenador tiene una estrategia en mente, un plan específico que tu hijo debe seguir. Interrumpir ese proceso puede frenar su aprendizaje y causarle estrés.
Confía en su entrenador. Él está ahí para guiarlo técnica y tácticamente.
Tu papel como padre es apoyarlo desde el respeto y la confianza en su equipo técnico. Anímalo, aplaude sus esfuerzos y deja que el entrenador lo forme en el campo. De esta manera, tu hijo podrá concentrarse plenamente en mejorar su juego.
Aparece el padre terco y dice “Es que el entrenador no siempre toma las mejores decisiones.”
No todos los entrenadores son perfectos, y puede que no siempre estés de acuerdo con sus decisiones.
Sin embargo, es importante enseñar a tu hijo a respetar la autoridad de su entrenador y aprender a seguir las instrucciones, lo que también es una habilidad clave en el desarrollo del carácter. Puedes ayudar a tu hijo a entender y adaptarse a las diferentes formas de liderazgo, lo que le será útil más adelante.
2. Ellos van a su Ritmo: No lo presiones de más
Es fácil querer que tu hijo sea el mejor, que sobresalga rápidamente en el fútbol, pero a veces olvidamos que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo.
La presión por obtener resultados desde una edad temprana puede agotarlo y hasta desmotivarlo.
Forzarlo a cumplir metas que no están alineadas con su nivel de madurez y habilidades actuales puede resultar en el efecto contrario al deseado: frustración, estrés, e incluso desinterés por el fútbol.
No todos los niños están listos para rendir al máximo en las mismas etapas, y presionarlos demasiado puede hacer que pierdan la pasión por el juego que una vez amaron.
Cada etapa tiene su propio ritmo. Dale el espacio y el tiempo necesarios para aprender, crecer y mejorar a su propio ritmo. Recuerda que el desarrollo en el fútbol es un maratón, no una carrera de velocidad. Acompáñalo en cada fase sin compararlo con otros jugadores, sino alentándolo a ser mejor que él mismo día a día.
Pero es que "Otros niños están avanzando más rápido, no puedo quedarme de brazos cruzados." puede decir un padre terco.
Entendamos que comparar a tu hijo con otros solo genera presión innecesaria. Lo mejor que puedes hacer es apoyarlo en su progreso individual y permitir que su evolución sea natural, lo que a menudo resulta en un mejor rendimiento a largo plazo. El éxito no siempre es inmediato, y la constancia es clave.
3. Es su sueño, no el tuyo: Acompáñalo en su pasión
Muchos padres tienen sueños o expectativas propias sobre lo que les gustaría que sus hijos lograran en el fútbol, a menudo sin darse cuenta de que están proyectando esos deseos en sus hijos.
Esto puede generar una presión emocional que los jóvenes jugadores sienten como una obligación más que una pasión.
¿Qué sucede cuando tu hijo siente que está jugando para cumplir con tus expectativas y no las suyas? El fútbol puede pasar de ser su pasión a una carga.
Deja de ser un juego que disfrute para convertirse en algo que siente que debe hacer para complacerte. Esto puede apagar su motivación y hacer que deje de disfrutar del proceso, lo que a largo plazo puede afectar su desempeño.
Asegúrate de que el sueño sea suyo, no tuyo. Escúchalo, respeta sus deseos y acompáñalo en su viaje, apoyándolo incondicionalmente sin imponer tus expectativas.
Hazle saber que estarás ahí tanto en las victorias como en los momentos difíciles, y que lo más importante es que disfrute del juego.
Recuerda, tu papel como padre es ser su apoyo y guía, no su entrenador ni su jefe. El fútbol debe seguir siendo una fuente de alegría para él, no una obligación.
Hacemos otro ejemplo de Padre terco? Ok, hagamoslo.
"Pero quiero lo mejor para mi hijo, y sé que tiene el potencial para llegar lejos y ser el mejor."
Ok señor o señora, es natural querer lo mejor para tu hijo, pero es importante asegurarse de que las metas y expectativas provengan de él.
Si el sueño de jugar fútbol profesional es suyo, tu apoyo será esencial, pero si lo estás empujando hacia algo que no quiere con la misma intensidad, puede generar resentimiento o agotamiento. Mantén el diálogo abierto y asegúrate de que sigue siendo su pasión.
En conclusion, apoyar a tu hijo futbolista implica más que solo estar presente en los partidos o entrenamientos.
Se trata de entender cómo guiarlo de manera efectiva para que siga disfrutando del juego, mientras desarrollas su talento.
Al evitar indicaciones técnicas innecesarias, respetar su ritmo de crecimiento y asegurarte de que sigue su propio sueño, le estás brindando el mejor apoyo posible.
Cuando lo haces de esta manera, le estás dando la oportunidad de crecer no solo como jugador, sino también como persona, aprendiendo valiosas lecciones de esfuerzo, dedicación y pasión.
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